El Lugar

El Lugar

martes, 25 de agosto de 2009

Un Relato

Os dejo un relato de un libro de rol llamado Reinos de Hierro, el cual estoy leyendo para poder dirigir a mis amigos en una partida. Espero que os guste.

Habia sido una tarde estupenda; un par de allanamientos y mi saco estaba casi lleno de objetos brillantes y entonces voy y tropiezo con un lugar en el que la planta superior esta cerrada a cal y canto. Me digo "Gabe, viejo, cualquiera que ponga tanto empeño en mantener a la gente fuera de fijo que tiene algo que te interesa ahi dentro". Me cuelo en el callejon posterior y encuentro una puerta trasera con una jodida cerradura, pero con mis ganzuas logro abrirla en un instante.

Lentamente y con cuidado me voy adentrando en... hostias, aquello era como andar por una jodida chatarreria. Imagina que un siervo de vapor entra en la libreria de un mago y explota dentro y despues docena de gobos se ponen a jugar con los restos durante una semana y estaras cerca de imaginar lo que parecia aquel puñetero lugar. Cada pulgada estaba cubierta de... pedazos de mecanismos.

Asi que comence a echar un vistazo a mi alrededor cuando vi una rata que merodeaba entre la chatarra; al menos eso es lo que me parecio. Se acerco y escuche un sonido que provenia de ella. He trasteado con bastantes cosas de cuerda y relojes, y eso producia el sonido a tictac mas claro que he oido en mi vida. Entonces la rata me miro. Te digo que no tenia ojos de animal. Eran de autentico fuego, tan cierto como que estoy sentado aqui. Esa pequeña rata mecanica de ojos de fuero me miro directamente durante un segundo y entonces se destaron todos los infiernos.

De repente se encendieron antorchas que iluminaron toda la sala y comenzaron a sonar campanas desde Morrow sabe donde. Me gire hacia la puerta, pero descubri que mis piernas parecian de plomo. Era mas lento que una tortuga y cualquiera puede decirte que no hay muchos mas rapidos que el viejo Gabe. Entonces, tan rapido como comenzo, el clamor se detuvo y note una sombra en el otro extremo de la habitacion.
Pertenencia a un hombre fornido, con la constitucion de un herrero pero la mirada de un mago, que se interponia entre la ruta de escape y yo.

_La guardia esta en camino, asi que estate quietecito_ , dijo.

_Me parece que no, amigo_ le respondi, saque mi daga y acance hacia el.

De repente, un tercer brazo aparecio desde debajo de su sobre todo y vi que estaba sujeto a algun tipo de arnes. Aquel brazo de metal levanto una gran pistola hasta mi nariz, y aquel maldito imbecil simplemente se mantuvo alli de pie con una sonrisa en su jodido rostro. Detras de mi escuche la pequeña rata mecanica que se largaba zumbando.

Unos poco segundos despues llego el silbato de la guardia y antes de que pudiera decir una palabra estaba entre rejas.
Menudo coñazo para el viejo Gave...

-Gabriel Tanner (asaltador, cortabolsas y allanador, recordando su desagradable encuentro con un mecaniko arcano.

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